Qué inefable me resulta el tema del tiempo
cuando el corazón no encuentra abrevadero
cuando indolente se apaga su trino lisonjero
y ya no se complace con la caricia del viento.
Pero qué grato es disfrutar cada momento
y hacer de esta vida un romance placentero
exhibir los sentimientos en todo su venero
y hacer del amor un decantado nutrimento.
Poco conviene dedicarle tiempo al tormento
y afectar el trato con lenguaje pendenciero
mejor resulta brindar la mano al compañero
y ofrendar auxilio cuando llegue el momento.
El cuerpo como el alma requieren de sustento
y es por eso que debemos evitar el desespero
es tan fácil hallar la dicha diciendo, te quiero
y sanar la cruel herida confesando, lo lamento.
cuando el corazón no encuentra abrevadero
cuando indolente se apaga su trino lisonjero
y ya no se complace con la caricia del viento.
Pero qué grato es disfrutar cada momento
y hacer de esta vida un romance placentero
exhibir los sentimientos en todo su venero
y hacer del amor un decantado nutrimento.
Poco conviene dedicarle tiempo al tormento
y afectar el trato con lenguaje pendenciero
mejor resulta brindar la mano al compañero
y ofrendar auxilio cuando llegue el momento.
El cuerpo como el alma requieren de sustento
y es por eso que debemos evitar el desespero
es tan fácil hallar la dicha diciendo, te quiero
y sanar la cruel herida confesando, lo lamento.
(extraido de la red Amigos y Poemas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario